Los albos vencieron a Santiago Wanderers por 4-2 en el Centro de Deportes Colectivos del Estadio Nacional y se proclamó como el supercampeón del futsal chileno.Además los albos abrocharon un cupo para la próxima Copa Libertadores que se realizará en Paraguay.
Un encuentro complicado de principio a fin, marcado por un arbitraje cuestionable, pero los albos lograron imponerse y se quedaron con la gran final. Los primeros minutos estuvieron llenos de intensidad, con constantes roces y faltas por parte de ambas escuadras. Sin embargo, a los 16 minutos del primer tiempo, el “Pollo” Guajardo rompió el equilibrio con un espectacular zurdazo desde fuera del área, abriendo el marcador para el Cacique. Apenas un minuto después, tras una brillante jugada colectiva, Rodrigo Salas sorprendió con un remate preciso desde la esquina del área, ampliando la ventaja y asegurando una cómoda posición para los albos al final del primer tiempo.
A los 5 minutos del segundo tiempo, tras un magnífico pase de Jara, Sergio Rogel tomó el balón en la entrada del área, eludió a un defensor con gran habilidad y, frente al portero caturro, definió con un sutil remate bombeado, dejando sin opciones al guardameta. El marcador se puso 3-0 a favor del Cacique, prometiendo un inicio de complemento dominante. Sin embargo, las cosas no serían tan sencillas para el equipo dirigido por Ricardo Chávez.
A los 7 minutos, Santiago Wanderers logró descontar, encendiendo su ánimo y lanzándose al ataque en busca de igualar el marcador. A los 14 minutos, consiguieron un segundo gol, dejando el partido al borde de un final de infarto. En los últimos minutos, el Cacique mostró gran temple, manteniendo firmeza en las marcas y controlando el balón para resistir la presión rival. Finalmente, Ricardo Lagos selló el resultado con un despeje que terminó siendo un remate directo al arco desprotegido, aprovechando que el portero caturro se encontraba fuera de posición debido a las líneas adelantadas de su equipo. Así, el marcador quedó 4-2 en favor del Cacique.
Finalmente, los albos se consagraron como campeones y supercampeones del futsal chileno, asegurando su boleto para la Copa Libertadores del próximo año, que se disputará en Paraguay.