Quienes conformamos hoy el Directorio
Nacional del CSD COLO-COLO somos parte de un proyecto colectivo, que ha sido y
seguirá siendo crítico del modelo de SADP, un modelo políticamente impuesto
hacia el fútbol chileno y que a 15 años de su implementación ha demostrado su
fracaso y el incumplimiento de todas y cada una de las promesas que le dieron
origen.
Sin perjuicio de lo anterior,
entendemos también que no podemos simplemente contemplar cómo se toman las
decisiones. Debemos ocupar la posición y las herramientas que hoy tenemos, para
promover y conquistar avances para los socios/as e hinchas y para poner a
Colo-Colo a la altura que le corresponde estar.
En tal sentido, nuestros planteamientos
hacia Blanco y Negro siguen siendo los mismos que expusimos el año pasado en el
documento “Lineamientos Estratégicos Colo-Colo 2019-2022”, que dimos a conocer ampliamente a todo el pueblo
colocolino y a la opinión pública en general. Respecto de dichos lineamientos,
valoramos positivamente algunos avances significativos que han existido en este
último año. Se pueden destacar por ejemplo:
- El
renovado impulso y creciente avance hacia la profesionalización del fútbol
femenino, con la generación de los primeros contratos de trabajo, la
contratación de una entrenadora de prestigio y nivel internacional, y el
uso del coliseo principal del Estadio Monumental para sus partidos de
local. - La
generación de un Comité de Ayuda a Ex Deportistas y trabajadores de
Colo-Colo, que ha desarrollado acciones de apoyo que esperamos poder
profundizar mucho más, aprovechando también la experiencia que nos ha dado
el activo trabajo del Área Social de nuestro Club. - Un trato
preferente para las y los socios en materias como la compra de entradas,
que a partir de este año 2020 también se ha extendido a la compra de
abonos. - La cesión de la
administración y el apoyo económico a la rama de futsal, que bajo la
conducción del CSD COLO-COLO pasó de estar en Segunda División a ser hoy
de las principales animadoras de la competencia en la Primera División.
Sin embargo, nos preocupan mucho los
problemas crónicos y estructurales que ha demostrado Blanco y Negro como modelo
de gestión, tanto en lo económico como en lo deportivo, a lo largo de sus casi
15 años de existencia.
En lo económico, los únicos momentos en
que la concesionaria ha registrado utilidades han estado mediados por la millonaria
venta de la cantera que formó el Club y por la venta del CDF. Durante
prácticamente todos los años, los números de ByN han sido rojos, lo cual entre
otras cosas ha impactado directamente en el pago de la deuda con el fisco, que
fue una de las razones que justificó la quiebra y posterior concesión. Si bien
ByN ha cumplido su obligación legal de pagar el 3% de sus ingresos o el 8% de
sus utilidades, debido a sus números permanentemente rojos, en la práctica los
montos que ha pagado han sido insuficientes para disminuir la deuda.
En efecto, como consta en los Estados
Financieros Auditados de Blanco y Negro para el ejercicio 2019, la deuda fiscal
actualmente asciende a casi 12 mil millones de pesos, cifra que supera
ampliamente los cerca de $8.300 millones bajo los cuales se firmó el convenio
entre ByN y la Tesorería General de la República. Hemos hecho presente en la
última Junta Ordinaria de Accionistas nuestra preocupación al respecto, y
seguiremos planteando que este aspecto debe ser revisado en profundidad, pues
constituye un eje central del contrato de concesión del CSD Colo-Colo a Blanco
y Negro S.A., y dados los resultados históricos que ha mostrado esta compañía,
a este ritmo la concesión va a terminar con un nivel de deuda incluso mucho
mayor a la que propició la quiebra de Colo-Colo en el año 2002.
Hemos hecho también presente en la
Junta de Accionistas nuestra discrepancia respecto del criterio bajo el cual la
concesionaria en sus Estados Financieros, al informar las “operaciones con
partes relacionadas”, ha incluido también actividades que involucran al CSD
COLO-COLO, tales como el acuerdo de administración de la rama de Futsal, y el
pago de 80 UF por parte de la concesionaria a las arcas del Club. A nuestro
juicio, no corresponde considerar este tipo de acciones como operaciones con
personas relacionadas que deban someterse a aprobación de Directorio de
conformidad con los artículos 146 y 147 de la Ley de Sociedades Anónimas o los
estatutos de BNSA.
- En el
caso del acuerdo referente al Futsal, se trata de una mera autorización
para administrar esa actividad, sin que exista traspaso o enajenación de
la misma por parte de BNSA, y además se trata de una actividad sin fines
de lucro, que no representa beneficios económicos para el CSD Colo-Colo. - Por su parte, el
pago de las 80 UF corresponde al cumplimiento de una obligación de BYN
asumida en el contrato de concesión, no es una “operación” con el CSD
COLO-COLO, y no está ni puede estar sujeta a aprobación del
Directorio.
En cuanto a lo deportivo, y salvo
algunas excepciones, hemos debido acostumbrarnos a mirar desde lejos las
posiciones de liderazgo nacional e internacional, mucho más lejos de lo que
corresponde a la historia y el arraigo de este Club. En el fútbol profesional
masculino, por ejemplo, hemos visto desfilar múltiples cuerpos técnicos, muy
distintos en cuanto a sus concepciones futbolísticas, sus formas de trabajar y
su relacionamiento con los distintos actores que rodean a la institución.
Detrás de todo lo anterior, está la ausencia
de una Política Deportiva que funcione como una columna vertebral de todo
el quehacer deportivo de la institución, desde las primeras etapas formativas
hasta la alta competencia. Para llegar a un “60/40”, necesitamos una Política
de largo plazo, que permita detectar, desarrollar y proyectar no solamente
deportistas de excelencia, sino una forma de ser, deportistas que encarnen el
sello y huella de la cultura inspirada en David Arellano y los sucesores.
Solamente así podremos volver a ser protagonistas permanentes a nivel nacional
e internacional, como corresponde a nuestra historia. Trabajaremos para
promover la generación de una Política Deportiva Institucional, que tenga como
centro los valores de popularidad, colaboración y rebeldía que están en la base
de nuestro Club. Buscaremos igualmente levantar nuevamente un Comité de Fútbol
Joven, asumiendo un liderazgo activo en dicha instancia y poniendo los equipos
de trabajo del CSD Colo-Colo a disposición de esta tarea.
En esta oportunidad los dos Directores
designados por el CSD COLO-COLO en la concesionaria Blanco y Negro S.A., hemos
votado ejerciendo los derechos políticos que establece el contrato de
concesión, y cuya plena vigencia fue contundentemente refrendada por la Cámara
de Comercio de Santiago en el Juicio Arbitral sostenido entre 2018 y 2019 entre
el CSD COLO-COLO y el accionista Leonidas Vial.
Hemos votado por Aníbal Mosa para la
Presidencia de la referida empresa, porque creemos que es fundamental poner fin
a la verdadera “silla musical” que ha marcado el devenir institucional de la
concesionaria en los últimos años. También porque valoramos algunos avances
como los antes descritos, que aspiramos a seguir profundizando y proyectando
mucho más. La generación de una Política Deportiva que vincule todo el deporte
de Colo-Colo (tanto el fútbol como las demás ramas deportivas, desde las etapas
formativas hasta la alta competencia) y que nos devuelva al primer nivel
nacional e internacional; el avanzar mucho más en un rol y responsabilidad
social coherente con lo que representa Colo-Colo para el país, la posibilidad
de incidir de manera efectiva en un buen proyecto de mejora al Estadio
Monumental cuando pase lo peor de la pandemia, entre otros, son desafíos que
buscamos encarar y que motivan los cambios que estamos realizando para
enfrentar este nuevo período.
En definitiva, trabajaremos para seguir
siendo cada día un actor más incidente para garantizar que el término de la
concesión y la recuperación total de Colo-Colo para su gente, que más temprano
que tarde será una realidad, se desarrolle en las mejores condiciones
deportivas, sociales y económicas posibles. Ejerceremos nuestro rol propositivo
y fiscalizador en todo lo que sea necesario para que así sea,
independientemente de quien esté al frente. Nuestro Club está a las puertas de
cumplir 100 años de vida, y nuestra convicción es trabajar para que sea siempre
valiente, fuerte, grande y Eterno en el tiempo. El CSD Colo-Colo encarna no
solamente la historia de esta institución: es también el futuro de ella.
