Hacia una Política Deportiva Institucional para Colo-Colo

jueves 30 de abril, 2020

Por: CSD Colo-Colo
Planteamos la importancia de dotar a Colo-Colo de un Proyecto Deportivo que comience desde el reconocimiento de la historia de la institución, para poder proyectar un trabajo sistemático que nos conduzca a logros nacionales e internacionales.

En el marco de los Lineamientos Estratégicos 2019-2022,
presentados por el Club Social y Deportivo Colo-Colo como propuesta marco para
el gobierno de la concesionaria Blanco y Negro S.A., planteamos la importancia
de dotar a Colo-Colo de un Proyecto Deportivo que comience desde el
reconocimiento de la historia de la institución, para poder proyectar un
trabajo sistemático que nos conduzca a logros nacionales e internacionales. De
esta forma, Colo-Colo se instalará como un referente para el desarrollo
deportivo en el país.

El CSD Colo-Colo encarna no solamente una historia de 95
años: encarna también el futuro. Con esta convicción, el año 2019, el CSD
Colo-Colo en conjunto con académicos de la Escuela de Ciencias de la Actividad
Física, el Deporte y la Salud (ECIADES) de la Universidad de Santiago de Chile,
dio comienzo al trabajo de construcción de una Política Deportiva
institucional, convocando instancias de diálogo y participación, y generando
catastros y estudios de opinión con distintos actores: socios y socias,
referentes del deporte colocolino, filiales y con la comunidad en general.

En concreto, se presentan a continuación un conjunto de
ideas fuerza que han sido levantadas resguardando el espíritu de los
Lineamientos Estratégicos 2019 – 2022, documento basal al que se suma los
aportes del Cabildo Deportivo desarrollado en diciembre del año 2019 en
Pedreros, los reportes de las filiales, y la caracterización de los menores que
participan de las escuelas de básquetbol del CSD COLO-COLO.

¿Para qué una Política Deportiva Institucional?

Al analizar el circuito deportivo nacional e internacional,
salvo algunas excepciones, hemos debido acostumbrarnos a mirar desde lejos las
posiciones de liderazgo, mucho más lejos de lo que corresponde a la historia y
el arraigo de este Club. En el fútbol profesional masculino, por ejemplo, hemos
visto desfilar múltiples cuerpos técnicos, muy distintos en cuanto a sus concepciones
futbolísticas, sus formas de trabajar y su relacionamiento con los distintos
actores que rodean a la institución. Detrás de todo lo anterior, está la
ausencia de una Política Deportiva que funcione como una columna vertebral de
todo el quehacer deportivo de la institución, desde las primeras etapas
formativas hasta la alta competencia.

Aquello no se conseguirá copiando mecánicamente el trabajo
de otras instituciones, ni simplemente inyectando recursos. La gestación de una
Política Deportiva Institucional es una estrategia que debe dar a Colo-Colo la
seriedad, proyección, independencia e identidad para la participación ciudadana
del pueblo colocolino en los procesos de establecer directrices permanentes,
plásticas y anticipatorias que propician la gobernabilidad democrática y
superan la mercantilización presente, llegando a constituirse en un mecanismo
para el empoderamiento social, la co-construcción y la representación real de
toda la familia alba.

La Política Deportiva no debe pensarse sólo para el deporte
de competición o alto rendimiento: debe también sentar las bases de una nueva
cultura al alero del deporte colocolino. No habrá sustentabilidad y
sostenibilidad institucional si no se entiende que Colo Colo está llamado por
su legado y representación, a ser uno de los modelos de política deportiva de
país,  que resguarde el derecho al juego,
el deporte, la recreación y cultura deportiva, para el conjunto de la familia y
sociedad, encontrando en sus filiales, escuelas, categorías la respuesta del sueño
de todo niño o niña por llegar a vestir la camiseta del primer equipo
(independiente de la disciplina deportiva) o ejercer la ciudadanía deportiva
como un ejemplo que transforma la realidad, dos vertientes que se ven
representadas en un modelo inclusivo, donde todos finalmente caben, se ven
representados y satisfechos en sus aspiraciones. 

Detectar, Desarrollar y Proyectar: ¿Cómo se tributa a la
fórmula “60-40”?

La deseabilidad de disponer del 60% de jugadores en la alta
competencia, formados en la casa grande de Colo Colo, no es más que invertir en
ingeniería social, para detectar, desarrollar y proyectar respetuosa,
progresiva y científicamente una forma de ser, que impregna y representa un
linaje con sello y huella de una cultura inspirada en David Arellano y los
sucesores. Es comprender que existe una antropología colocolina que marca en
forma indeleble a quien llega a Colo Colo, para nunca más irse. Que juega,
participa, compite, dirige, arbitra, conduce, colabora como un todo articulado
por un sentimiento, una emoción colectiva indescriptible.

Para ello, debemos elaborar políticas proyectivas, con
procesos innovadores, inclusivos, con sensores e indicadores que reducen el
error, con protocolos de seguimiento y evaluación independientes y calificados.
Para disminuir las brechas que hoy existen con la alta competencia
internacional, debemos construir bases sólidas, para lo cual la Política
Nacional de Deporte y las condiciones para la promoción de éste no alcanzan.

El proceso de reclutamiento y selección, formación y
desarrollo del talento y preparación para la alta competencia, debe entenderse
sobre la base de un modelo educativo diferente, entendiendo que quienes forman
parte de las diferentes estructuras deportivas dentro de Colo-Colo, tienen necesidades
diferentes y los modelos estructurados y lineales no bastan para alcanzar
objetivos ligados trazados por la institución. Quienes se formen en nuestra
institución, deben ser formados no solamente como deportistas de excelencia,
sino como personas que encarnen desde y para Colo-Colo una concepción
inclusiva, que se gesta en la diversidad, patrimonial, ambiental y sustentable
que enorgullezca ser albo. La formación en Colo-Colo debe integrar no solamente
las capacidades técnicas y físicas, sino el conjunto de aspectos y entornos del
deportista.

Asimismo, quienes se incorporen a nuestra institución (el
40%), deben ser acogidos y convocados por Colo-Colo sobre la base de una
escuela de valores sobre la cual se funde el bronce interior de cada
colocolino/a, pues somos la representación más genuina del pueblo, rebelde,
sufriente y capaz de superarse a sí mismo entre pares, que portan sueños y
anhelos de progreso y bienestar, por lo tanto capaces de vencer la adversidad
para saborear el buen vivir sin denostar al opresor pero sin aceptar la
vulneración, orgullosos del logro, sin menoscabar al débil, en definitiva una
escuela de lo posible, una forma de vivir contracorriente.