‘Mira, mira, el flaco’. ‘Sí, mira. Es el Flaco’. ‘Grande
Flaco’. ‘Gracias Flaco’. Se escuchaba el murmullo de la gente en la puerta
principal del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), cuando Paul Vásquez llebaga
hasta su ingreso para conversar con José Serey, Vicepresidente de Desarrollo
Social del CSD Colo-Colo y el equipo de ‘Pasión del Pueblo’.
Vásquez, quien gracias a su altura no podía pasar
desapercibido, se daba el tiempo para saludar y fotografiarse con cada una de
las personas que se le acercaba mientras se montaban un par de exposiciones
artísticas y autogestionadas por manifestantes.
Usaba una polera de los Bomberos de Nueva York, y en uno de
sus brazos llevaba el traje de bombero, casco de seguridad, antiparras y una
mascarilla para evitar el contacto directo con las bombas lacrimógenas, todo
eso, debido a que Paul Vásquez cumple con labores de rescatista en las
movilizaciones que se desarrollan desde el 18 de octubre en la Plaza de la
Dignidad.
El humorista que se presentará en el Festival de Viña del
Mar la noche del jueves 27 de febrero, repasó su cercanía con Colo-Colo, el
estallido social, la rutina que tendrá esa jornada y el vínculo con la gente.
No puedo disimular el
nerviosismo, y no sólo porque eres una persona famosa, sino que también, porque
estos últimos meses has estado junto a miles de manifestantes en las calles.
¿Cuáles son tus motivaciones para manifestarte y ser bombero?
Primero que todo, no me considero una persona famosa.
Popular, quizás. Tal vez. (Ríe). Lo que me motiva es el pueblo. El pueblo oprimido,
el pueblo postergado, el pueblo olvidado, el pueblo segregado. Eso me motiva,
me motiva ver tanto chico herido, mutilado, muertos, y la verdad es eso lo que
me motiva para estar en la calle.
Te vimos en el
velorio y en el funeral de Jorge Mora y para el ‘The Clinic’ mencionabas que
'había que estar ahí porque Carabineros iba a ir a provocar'. Pero de seguro
había otras motivaciones, porque Jorge era colocolino y parte de un espacio
común que no sólo era el estadio, sino que también la calle.
Es que no era necesario lo que le pasó al ‘Neco’. Es una
muerte innecesaria. No es justo que los chiquillos mueran de esa forma. Fui a
su casa porque el ‘Neco’ tiene un hijo que quedó desamparado. Que va a tener el
apoyo de los familiares, seguro, pero a él lo dejaron sin papá. Esto, ya no
debería pasar.
La indolencia que tiene el gobierno ante esto, no visitar a
la gente mutilada, que le han quitado la visión. Esas cosas a mí me motivan
para estar cada día, en cada momento con la gente, con la juventud, esta
juventud valiente y combativa que no es la misma a la de los 80.
A nosotros nos ponían toque de queda y nos escondíamos pos,
hueón. Nos guardábamos y no nos asomábamos a las ventanas, era como estar
secuestrados en nuestro hogar. Esta juventud no va a parar y los invito a que
vengan a luchar. Y cuando ganemos, porque hasta ahora no hemos ganado nada,
cuando ganemos, tomémonos un montón de chelas para celebrar. Ahora estamos en
lucha y debemos hacerlos sobrios y lúcidos.
La gente te saluda,
te reconoce, se detiene a darte un abrazo y una palabra de aliento. Te sienten
como uno más. ¿Cuál es tu sensación cuando tanta gente te entrega su apoyo y
respeto?
Mira, en las redes sociales, hay algunos que dicen que soy
populista, otros dicen que quiero ganar adherentes y otros dicen que es para
buscar fama. La verdad es que no busco adherentes, y te lo digo porque antes de
1996, ya tenía mi público. No soy populista, yo soy un chico de barrio. Nací en
la Villa O'Higgins en La Florida, soy uno más. Conozco lo que ha pasado la
gente. No soy clase media, soy asalariado, trabajador y proletario.
Recibes tu credencial
de socio del Club y como Colocolino también te encuentras con otros en la
calle. ¿Cuál es el mensaje a esos colocolinos, a esos socios de la Institución?
Es maravilloso tener mi carné a los 53 años. Yo soy hincha
de Colo-Colo desde la cuna, entonces ser socio, ahora, es algo ma-ra-vi-llo-so.
Más encima mi camiseta rebelde y mi chapita que voy a lucir en todos lados.
¿La vamos a ver en el
festival?
Sipo, todo el rato.
¿La camiseta igual?
La camiseta no sé, está difícil. La chapa, sí.
No puedo dejar de
preguntarte sobre la rutina en el Festival de Viña del Mar, que, entre todas
las cosas, es una tribuna para dar un mensaje. Decías que no harías humor sobre
la revuelta popular porque ha habido gente que lo ha pasado mal con este
proceso, pero. ¿Imagino que te referirás al tema?
Sí, obviamente no puedo hacerme el hueón y no tocar el
punto, pero de otro enfoque en el sentido que no haré burla de lo que ha
pasado, mucho menos sobre los caídos. A todo esto, honor y gloria para todos
ellos. Pero sí tocaré el tema y tengo mi queja también y la voy a dar.
¿Una queja que has
vivido como persona antes de ser popularmente conocido como humorista?
Claro. Si. Por eso, estoy al lado del pueblo, estaré siempre
firme al lado del pueblo, y lo otro, cuando el primer viernes después de la
muerte del ‘Neco’, mis ojos vieron una cosa maravillosa que no logró ni
siquiera la selección, y fue ver a las hinchadas unidas, eso, para mí fue
hermoso, poder verlos todos juntos por una causa común. Aguante mi Chile,
aguante la juventud y aguante Colo-Colo, lo más grande de todo.
Muchas gracias, Paul.
¿Te quedarás por acá?
Gracias a ustedes, muchachos y cuídense. Me voy a quedar acá
con los demás.