“Colo-Colo
es ese hermano que nunca tuve”. Así describe Maricela Franco, lo que significa
el Club en su vida. Criada en una familia matriarcal, con su abuela y madre
como referentes, Franco reconoce que el Club llegó a complementar un espacio
que le hizo involucrarse con personas de diferentes realidades sociales.
La periodista de profesión, cuenta que su cercanía con
Colo-Colo es gracias a un tío y que su madrina la hizo socia a los 11 años, lo
que provocó una mayor efervescencia, sobre todo en la adolescencia.
En la actualidad, lidera la Secretaría General del Club, y se
enorgullece cuando habla de los cambios institucionales que ha vivido el
Cacique y asegura que son importantes para modificar algunas cosas porque,
“Colo-Colo es el reflejo de la sociedad”, sostiene.
Hola Mari. ¿Cómo estás? Imagino que
con harto trabajo de fin de año. ¿Cómo ha sido trabajar en un servicio
público en estos meses de estallido social?
Sí,
con harto trabajo como todo fin de año, siempre hay muchas cosas que cerrar.
Pero diría yo este fin de año fue particular, porque octubre y noviembre fueron meses muy
ajetreados.
Desde
lo laboral, este despertar ha sido mucho de catarsis, de revisar lo que
estábamos haciendo como institución, de cuestionamos el cómo estábamos
ejecutando acciones y cómo se puede mejorar para impactar en la ciudadanía. Si
bien siempre se realizan estas evaluaciones, creo que el contexto hizo que
hiciera con una doble responsabilidad.
En el ámbito colocolino, te toca
asumir el cargo de Secretaría General en el Directorio Nacional, integrante del
Comité Político, la Comisión de Género. ¿Cómo ha sido tu experiencia en estos
12 meses de trabajo en el CSD Colo-Colo?
Ha
sido una experiencia bastante grata, se nota que hubo cuatro años recientes donde
el Club creció. Siento que este nuevo directorio llegó definitivamente a
consolidar los cambios que el directorio anterior realizó. Hoy la casa está
funcionando, nos falta evidentemente para ser una casa más sólida, pero los
procedimientos en general funcionan, la comunicación interna también creo que
ha fluido mejor y si hay algo que a mí me acomoda mucho es que la toma de
decisiones en este proceso ha sido más transversal.
¿Cómo tomaste este cargo y cuál es el
rol que cumples?
Lo
he tomado como un desafío y también como una responsabilidad y con el
compromiso que siempre he entregado para trabajar en torno a la Institución.
Hoy creo que tengo una madurez y una experiencia profesional que me permite
aportar desde mi visión hacia la institución en general, o hacia el Comité Político que tenemos como
club.
El
tener una experiencia en el Directorio anterior también ha sido algo que he
podido transmitir en la actualidad, sin dudas es una práctica que sirve harto.
Me siento grata trabajando en la institución, porque me siento escuchada dentro
del directorio y creo que mi opinión, como la de todos los que estamos, es
respetada, validada, y también discutida, pero con una altura de miras, que es
algo que le rescato harto a esta actual gestión. En general diría yo, en el
directorio, nuestras discusiones o contraposiciones son bien profesionales y
responsables.
¿Cómo ha sido para ti entrar a
Colo-Colo y mantenerte durante tanto años?
Lo
primero es que no ha sido un propósito. Yo creo que se ha dado en la manera que
he vivido mi vida como hincha colocolina. En el fondo, en algún momento de mi
vida, conozco a varias personas con las que entablé una amistad gracias a
Colo-Colo y juntos comenzamos a desarrollar distintos proyectos que nos llevó a
ser parte de un directorio y nos ayudó a vincularnos con muchísima gente ligada
a la Institución. Pero como te digo, no fue un propósito.
¿Pensaste en que algún día llegarías a
ser directora del Club?
No,
fue circunstancial y se dio en la medida que yo iba teniendo compromisos con
todos los proyectos que me iba involucrando. Participé en distintos grupos y proyectos en torno al club. En algún momento fue el M-19, luego Colo-Colo
De Todos, que han sido proyectos bien grandes y que han generado repercusiones a
nivel institucional, y ahí trataba yo de aportar de una manera comprometida y
profesional.
Yo
creo que ese trabajo habló de mí, no tuve que demostrarle nada a nadie, los
compañeros de esos momentos, y algunos amigos hasta el día de hoy, siempre me
respetaron y me vieron a la par. Yo he revisado la historia de Colo-Colo y creo
por ahí el error fue no haberle dado la oportunidad, importancia o reconocimiento
al trabajo de otras compañeras, pero en mi caso particular, no fue así y se
valorizó mi participación y compromiso en distintas actividades o proyectos, y eso creo yo, hizo que me propusieran en un directorio
anterior y en el actual.
Colo-Colo cambia vidas, ayuda a
construir cosas, una de ellas, es la cuota de género en el Directorio Nacional,
algo propuesto por la Comisión de Género el 2018. ¿Cómo fue ese proceso y cómo
te involucraste?
El
2018 se formó la Comisión de Género del Club en el contexto de las tomas y
manifestaciones feministas. Fue una propuesta que hicimos con otra compañera al
ex directorio nacional, que se aceptó.
En
el fondo, creo yo, el directorio
anterior supo entender que el “nuevo” Chile, no podía seguir existiendo
instituciones que sólo fueran dirigidas por hombres, cuando en sus bases
también habían mujeres.
Luego
de conformada la comisión, propusimos incorporar cuota de género para las
elecciones de ese año y se entendió que para que más mujeres ocuparan cargos se
debían tomar medidas, porque no bastaba sólo con la “buena onda”. Fue así como en una reunión extraordinaria socias y socios
aprobaron por estatuto las cuotas de representación.
Hoy,
de los 20 cargos, cinco somos mujeres, nunca antes ha habido tantas mujeres en
un Directorio.
¿Cómo ha sido la relación con las
mujeres que integran la Comisión de Género?
Ha
sido una experiencia súper desafiante y motivadora. Creo que esta comisión es
una instancia que se atrevió a cuestionar varias maneras de cómo se estaban
haciendo distintas cosas al interior de la Institución. Hemos querido aportar de
una manera constructiva, de explicar con argumentos que en el fondo, integrar a
las mujeres a la institución, no solamente es hacernos un bien a nosotras, sino
que a la institución por completo.
A
través de esta comisión me he podido relacionar con mujeres que por lo general,
yo no conocía y es interesante relacionarte con gente nueva y de distinta edad
al interior del Club. A veces pasa que uno está mucho tiempo acá, pero te
relacionas con la misma gente, entonces este espacio me abrió una puerta distinta
donde he aprendido a conocer a otras compañeras colocolinas. Y si bien no todas
coincidimos con las mismas miradas, hay harto respeto a pesar que tengamos opiniones
muy diferentes, y siempre tratamos de
sacar todo adelante de la manera más integral posible, lo cual valoro mucho.
En ese sentido imagino que te
enorgullece ver a decenas de mujeres marchando por la Alameda con las banderas
de Colo-Colo.
Si…
Es como un espaldarazo al trabajo que
han hecho.
Es
que lo que pasa en Colo-Colo es un reflejo de la sociedad y si vivimos en una
sociedad patriarcal y machista, es evidente que esas lógicas también se van a
replicar acá.
Yo
creo que el hecho de que haya cientos de mujeres con camiseta de Colo-Colo en
la marcha del 8 de Marzo, tiene que ver con el reivindicar la participación de
las mujeres en un espacio predominado por hombres, y es una alegría pero también
un desafío. Porque nos obliga a pensar y a buscar la forma en que todas esas
mujeres puedan, por ejemplo, venir al estadio o participar de actividades
ligadas al club y que sientan que este es un lugar seguro y libre de violencia
machista.
¿Qué se viene en el futuro para la
comisión?
Por
ahora tenemos dos proyectos en carpeta. Por lo pronto, el mural que debería
salir durante el primer semestre del 2020 y el otro proyecto que es más a largo
plazo que tiene que ver con vincularnos con la base institucional del Club, ya
sea filiales, con las escuelas de fútbol, donde queremos crear espacios de
reflexión en torno al lenguaje no sexista o el machismo que vemos en el
interior de la Institución. Y que estos espacios sean de educación. Nos falta
aún nuestra reunión de planificación anual, pero estos sin dudas serán temas
que estarán presentes en el quehacer del 2020.
¿Cómo este proceso se podría vincular
a otras instituciones deportivas?
Yo
creo que hoy, es relevante organizarse
para que las mujeres tengan representación en los espacios de toma de
decisión, no sólo en el futbol, sino en todas las asociaciones o federaciones
deportivas.
En
este caso en particular, es necesario que la ANFP y los clubes profesionalicen
el futbol femenino, es un compromiso que la actual administración de Blanco y
Negro tomó y que esperamos concretar. Sin dudas, incorporar a mujeres con
experiencia en esta área le haría bien a estas administraciones.
Igualmente es difícil desde el punto
de vista que los clubes son privados y los grandes millonarios en el país, son
hombres.
Si
es difícil, porque en general son hombres los grandes accionistas de los clubes
y éstos eligen a otros hombres para presidir los clubes, a pesar de que mujeres
también podrían tener competencias. Pero esperamos que no sea eterna esta
práctica y apelaremos a los cambios.
Acá en Chile es difícil por el tipo de
modelo. Porque los clubes, salvo excepciones como Colo-Colo, Curicó Unido,
Deportes Concepción o Santiago Wanderers, el contrato de concesión se va
acabar. En algún momento la administración debe volver a las socias y socios.
Para ti ¿Es bueno que Colo-Colo tenga esa posibilidad de incorporarlas a ustedes
como entes válidos y representativos?
Por
supuesto que es una oportunidad, y en el fondo, desde ya debemos trabajarla, y
por eso es tan importante esta ley de cuota. El problema a trabajar, es que
hemos vivido en una sociedad tan machista por años, en donde a las mujeres les ofrecen cargos o cupos y
somos nosotras mismas quienes no aceptamos estos porque nuestra autoestima es
más baja que las de los hombres y pensamos que no podemos hacernos cargo, aun
cuando, sobren méritos curriculares. No son barreras personales las que
nos ponemos, sino que barreras culturales que son las que tenemos que derribar.
A
las mujeres desde niñas se nos enseña la
culpa y mientras que a los hombres el ego. Entonces, si nosotras queremos estar
en el club cuando se termine el contrato de concesión, debemos trabajar desde
ya para que las mujeres puedan trabajar tranquilamente en una institución como
esta, donde su opinión y mirada sea tan respetada como la de un socio o
director.
¿Cómo ves el camino, muy complejo,
difícil?
Lo
veo más esperanzador que hace un tiempo atrás. Creo que las nuevas generaciones
nos tienen mucho que enseñar. Ellas y ellos han dado pasos que nosotros, los
más adultos no nos atrevemos a dar, tienen una vinculación, una relación mucho
más transversal de la que teníamos nosotros a esa edad. Esta juventud ha ido
rompiendo estereotipos y están en constante cuestionamiento, lo cual es
fundamental.
Por
supuesto que hay mucho que cambiar, pero tengo fe en las nuevas formas de
crianzas, en los cambios que se están dando desde la primera infancia, lo que
me permite pensar de manera más positiva hacia un futuro más digno para todas y
todos.
Hay
varios ejemplos interesantes de observar que están ocurriendo hoy en el mundo.
Unos más formales y otros desde la resistencia. Por ejemplo Finlandia, donde la
Primera Ministra es la más joven del mundo, con 34 años, y que fue criada por
dos mujeres, que tiene en su gabinete a once ministras, en los cargos más
importantes: Interior, Finanzas, Justicia, etcétera. Además, en ese mismo
contexto, se da que los cinco partidos políticos más importantes de Finlandia hoy
están presididos por mujeres. Sin dudas es interesante revisar cómo se va dando
este fenómeno poco usual en la política.
Por
otro lado, acá en nuestro continente, ahora en diciembre, en México, se está
desarrollando el segundo encuentro de “Mujeres que Luchan”, un encuentro
zapatista que reúne a cientos de mujeres de todo mundo que viven en resistencia
ante el capitalismo y trabajan en distintas redes o colectivos feministas. Ese
es otro ejemplo de cómo las mujeres nos estamos articulando a nivel global para
ir en la defensa de nuestros derechos.
Considero
que ambos ejemplos son muy distintos, pero muy interesantes de analizar y que
cada uno contribuye a un futuro más alentador, a un futuro donde las mujeres
seamos las protagonistas.
Algún mensaje que te gustaría dejar a
las socias, socios, hinchas de Colo-Colo.
A
ver, quiero valorar profundamente, la demostración colocolina que se ha vivido
en las calles desde el 18 de octubre, ha sido hermoso ir a Plaza de la Dignidad
y ver todas esas banderas de Colo-Colo, buscando una reivindicación no solo por
alguien en específico, sino que luchar por algo colectivo. Y eso, creo yo que
es lo más hermoso que le puede pasar a un ser humano. Por eso ver las banderas
flameando de Colo-Colo, como representación de lo que somos en la lucha, ha
sido algo maravilloso. No hay que decaer los brazos, hay que seguir unidos en
esta causa que en el fondo es tener una vida más digna para todas y
todos.
Muchas gracias Maricela.
Gracias
a ustedes.