El 2016 se anunció el arribo de Matías Zaldivia a Colo-Colo.
Un central argentino proveniente de Arsenal de Sarandí. Hizo sus series menores
en Chacarita y las opiniones estaban divididas. No tenía un gran curriculum que
mostrar, pero poco a poco se ganó los corazones de los colocolinos por su
entrega, sacrificio y clase en la última línea.
Pasión del Pueblo pudo entrevistarlo en la previa del
partido ante Corinthians y repasó su llegada al Cacique, la época más dura y
cuál ha sido, hasta ahora, su mayor alegría con la camiseta de Colo-Colo.
Matías Zaldivia, un tipo sencillo que no le teme a las
selfies y responde el cariño de la hinchada alba siempre con una sonrisa,
autógrafos y fotografías.
Llegaste el 2016 a Colo-Colo, debutaste en un 0-0 frente a
Deportes Iquique el 7 de febrero de ese año. Reemplazaste a Martín Rodríguez y
la galería sur del estadio Tierra de Campeones estaba llena de colocolinos.
¿Qué recuerdas de esa tarde en el norte?
Me acuerdo que llegué y no me llegaba el Transfer y después
pude debutar en Iquique, un 0-0. Un partido bastante malo por la cancha. Pero
como decís vos, la gente de Colo-Colo ya se hacía sentir y me comenzaron a
mostrar lo grande que es este Club.
El 6 de marzo celebraste con todo tu primer gol en
Colo-Colo. Centro de Pajarito Valdés, rebote en el área y un derechazo cruzado
batió al arquero de Católica. ¿Qué tuvo de especial ese momento?
Fue especial porque bueno, fue mi primer gol acá, en un
clásico, además estaba mi mamá que venía por primera vez y estaba en Rapa Nui,
entonces se lo dediqué a ella.
Por un castigo a la barra, ese día la tribuna Arica estaba
vacía. ¿Cuáles son las diferencias de jugar con el Estadio lleno y este sector
vacío?
Es mucha, acá siempre está la garra que siempre se hace
sentir y para nosotros son muy importantes. Es un plus que tenemos cuando
jugamos de local que sabemos que nuestra gente alienta los 90 y más en un
clásico. Cuando no está se siente mucho.
¿Cuándo sentiste la incondicionalidad de la gente y cómo se
aprecia el cariño día a día?
Cuando llegué por ahí fue difícil porque muchos habían
hablado que no tenía un nombre, muchos no me conocían y me criticaron sin verme
jugar, eso me dolió, me molestó, pero era entendible por no traer un gran
nombre. Una vez que comencé a jugar sentí inmediatamente el cariño de la gente.
Cariño de la gente que se sintió en esa triste eliminación
ante Independiente del Valle por Copa Libertadores el 2016. Te vimos llorando,
desconsolado. ¿Por qué dolió tanto esa eliminación?
Y, bueno, por ahí creo que nos dolió a todos por cómo fue,
creo que hicimos más puntos que en esta Copa. Fue doloroso porque teníamos una
linda ilusión, teníamos un gran grupo y me dolió por eso.
Después de eso Colo-Colo cambió de técnico, llegó Pablo
Guede a la mitad del 2016 y se clasificó a una de las fases previas de la Copa.
Partido en Brasil y una lesión nos estremeció a todos. Un poco menos de seis
meses sin Zaldivia en la defensa del Club. ¿Cómo fue ese momento, teniendo en
cuenta que eras titular, generaste identificación con la hinchada y además se
quedaba eliminado nuevamente de la Copa?
Fue uno de los momentos más duros de mi carrera porque nunca
me había pasado algo igual. En el partido, cuando me lesiono, quiero volver a
jugar porque nunca había sentido algo igual y sentía que la rodilla se me movía
para todos lados, pero por el partido no quería salir y luego se me hizo
imposible porque se me había trabado la rodilla y en los estudios salió que me
había cortado los ligamentos. Fue muy doloroso, porque en el partido de local
no pudimos y sentía un dolor doble.
Te tocó ser parte de un campeonato desde la galería donde
Colo-Colo mucho tiempo fue líder y en la penúltima fecha perdió el torneo. ¿Cómo fue vivir ese campeonato desde la
tribuna?
Desde afuera se sufre mucho, cuando estás afuera entendés a
la gente cuando te putea porque desde afuera se ve muy fácil. Y también se
sufre más que jugando. Adentro te podés descargar con un grito, una patada,
pero afuera las emociones son muchas y fue muy difícil, más como vos decís,
perdiendo el campeonato contra la ‘U’ y que se nos escapó acá con Antofagasta,
fue muy doloroso.
Luego de eso hubo una autocrítica total en el plantel.
Ganaron la Súper Copa, llegó el ‘Mago’, Agustín Orión. Se fueron otros
jugadores como Justo Villar. ¿Cómo fue ese cambio?
Obviamente perder el campeonato nos obligó a ganar todo lo
que venía después. Como vos decís llegó el ‘Mago’, Agustín (Orión), el ‘Torta’
(Oscar Opazo) y Nico (Maturana). Ellos nos vinieron muy bien porque
jerarquizaron un poco más el plantel que había. Después le tomamos más la mano
a Pablo (Guede), se nos hizo más fácil la línea de 3 y que a mi parecer ese
equipo que ganó la Copa Chile fue uno de los momentos en que Colo-Colo jugó
mejor al fútbol y luego el campeonato local. Yo tenía una espina porque se me
escaparon los torneos, primero con el ‘Coto’ (José Luis Sierra), y luego la
lesión así que conseguir el que vino fue algo muy lindo.
Fue bonito además porque se generó mucho ambiente. Colo-Colo
jugó con estadios llenos de la primera a la última fecha y toca cerrar en
Concepción. ¿Cómo fue el viaje? ¿Qué
hablaban?
Bueno, sabíamos y estábamos confiados que no se nos iba a
escapar. El viaje fue muy lindo porque fueron nuestras familias. Viajó mucha
gente de Buenos Aires a verme y estuvimos muy cerca de la familia. Después de
eso celebrar con ellos también fue muy bonito.
¿En este periodo en Colo-Colo cuál ha sido el momento más
lindo en la institución?
Creo que pasar a octavos en Colombia fue una de las mayores
alegrías junto a los títulos que logramos. Pero creo que la Copa Libertadores
tiene algo especial para todos por la historia que tiene este club, por la
espina que teníamos nosotros por las anteriores copas que no hicimos un buen
papel creo que este grupo logró algo muy importante y bueno, todavía tenemos la
ilusión intacta de poder ganarla.
¿Colo-Colo tiene las armas necesarias para poder conseguir
la Copa?
Obviamente. Yo creo que lo demostramos a todo Chile. El otro
día estuvimos muy a la altura en el partido con Corinthians en el Monumental y
la verdad es que el resultado nos quedó corto. Tendríamos que haber marcado uno
o dos goles más, pero el arquero de ellos fue figura. Me sacó una pelota a mí,
luego una a Lucas en el segundo tiempo impresionante. Pero la verdad es que
somos un equipo que está a la altura de esta Copa porque si vos mirás el once
inicial somos 11 jugadores que podríamos jugar en cualquier parte de
Sudamérica, así que yo creo que Colo-Colo está hoy para pelearle mano a mano a
cualquiera.
¿Si no se da este año, crees que debería mantenerse la base
del plantel?
Eso está por verse. Mantener un plantel así es muy difícil
porque llegan ofertas de otros lados muy tentadoras. Pero nosotros estamos
enfocados en esta Copa porque sabemos que podemos llegar muy lejos.
¿Nos podemos sentir ilusionados para el partido de vuelta
contra Corinthians?
Obviamente, lo dije en la pretemporada. ¿Por qué no soñar
con Colo-Colo campeón de la Copa Libertadores? Nosotros tenemos la ilusión
intacta y llegamos a Brasil en busca de la clasificación.