La reciente renuncia del Gerente Marcelo Espina, representa
un hito más dentro del errático devenir de la gestión del fútbol de Colo-Colo
desde que ésta se encuentra a cargo de la concesionaria Blanco y Negro S.A.
Durante estos 15 años de concesión han primado sucesivas apuestas distintas
entre sí, con muy dispares concepciones futbolísticas, formas de trabajar y
relacionamiento con los distintos actores que rodean a la institución.
El resultado de este camino en el fútbol profesional
masculino es conocido, y hemos sido enfáticos en ello. Son años de acostumbrarnos
a mirar desde lejos las posiciones de liderazgo nacional e internacional,
llegando hoy al bochornoso extremo de ocupar el último lugar de la tabla de
posiciones del Campeonato de Primera División.
Como Club Social y Deportivo Colo-Colo hemos sido siempre
críticos de un modelo de gestión que excluyó la participación y voto de los
socios y socias, y que ha demostrado con creces su imposibilidad de proyectar
en el largo plazo el deporte colocolino. Aun así, hemos puesto siempre a
Colo-Colo por delante, trabajando con generosidad, de manera ardua y a ratos
silenciosa, buscando contribuir dentro de nuestras posibilidades y atribuciones
a superar la crisis actual: impulsando contrataciones, proponiendo nuevas
estructuras para el fútbol joven y la administración, relevando el rol central
de la identidad colocolina al interior del Monumental, trabajando
sistemáticamente en actividades motivacionales hacia el plantel, entre otras
tareas cotidianas.
Entendemos que es precisamente la generosidad lo que debe
primar para comenzar a devolver el deporte colocolino donde debe estar. Creemos
firmemente que esta crisis debe ser una oportunidad para repensar toda la
gestión futbolística, con el aporte de todas y todos quienes han hecho grande a
Colo-Colo. Por ello, en lo inmediato, propondremos la conformación de un
Consejo del Fútbol, integrado por referentes históricos de nuestra institución
que han mostrado su voluntad desinteresada de trabajar y aportar con ideas a la
reconstrucción deportiva de Colo-Colo.
Este Consejo debiese estar disponible para acompañar y
facilitar el trabajo del cuerpo técnico para salir de la crisis actual, si es
que así se requiere, pero también, y desde una transición hacia la refundación
institucional, deberá trazar los lineamientos de una Política Deportiva que
funcione como una columna vertebral de todo nuestro quehacer deportivo, y que
tenga como centro los valores de popularidad, colaboración y rebeldía que están
en la base de nuestro Club.
La reconstrucción del deporte colocolino, en manos de
quienes han engrandecido esta gloriosa camiseta, debe también ser parte de un
proceso institucional global, donde las luchas intestinas entre bloques
accionarios den paso a un modelo de gestión basado en la participación activa
de los socios y socias.
Como Directorio Nacional ofrecemos toda nuestra colaboración
para construir las fórmulas que permitan avanzar en esta dirección, y esperamos
que exista también generosidad por parte de quienes han conducido durante todos
estos años el fútbol profesional de Colo-Colo.