El esfuerzo por ser agentes de cambio, y por mostrar un Club
Social activo más allá de los 90 minutos de cada fin de semana, es un trabajo
reconocido e impulsado desde el CSD Colo-Colo a través de la Vicepresidencia de
Desarrollo Social, liderada por José Serey.
Una de las iniciativas que más impulso ha tenido durante los
últimos años son las “Rutas Albas”, recorridos en ayuda de gente en situación
de calle, que abarcan los sectores Norte y Sur de la Capital, y que tienen por
finalidad repartir alimento, abrigo, y cariño a quienes lo necesitan.
José Serey, vicepresidente de Desarrollo Social, reconoce que el
voluntariado es “un proyecto en crecimiento constante que lleva 2 a 3 rutas
definidas, sobre todo al ir sumando personas referentes en las distintas
comunas. En la actualidad estamos trabajando con socios y socias que tiene
mayor conocimiento de los sectores, y gracias a esto hemos ido logrando abrir
el club en distintas zonas del país”.
Sin embargo, este proceso de acercar al CSD Colo-Colo a su gente,
no podría llevarse a cabo gracias a un grupo importante de voluntarios –que
muchas veces desde el anonimato- asumen costos físicos y económicos, para dejar
bien puesto el nombre de la Institución, y romper con los estigmas que se
tienen del pueblo colocolino. A continuación, algunas palabras de quienes hacen
esto posible.
Héctor
y Jaqueline: una historia de amor marcada por el blanco y el negro
Jaqueline Rossel y Héctor Rojas, son un matrimonio colocolino de
la comuna de Pudahuel, que orgullosamente, y luego de décadas de estar juntos,
cuentan con felicidad que lo más hermoso que la vida les ha dado son sus
nietos. Reconocidos por sus tatuajes, esta pareja comenzó poco a poco a
trabajar de forma voluntaria para las actividades del club: primero fue Héctor,
luego fue el turno de Jaqueline, pero en la actualidad, son toda una familia
alineada por los valores del CSD Colo-Colo.
“Siempre nos ha nacido ayudar, y por Twitter me enteré de la Ruta
Alba. Allí empecé a meterme y cooperar, pero no estaba dentro del grupo. Hasta
que un día me invitaron a unirme. Feliz les dije que sí, que era lo que siempre
había querido -y más- si era por mi Colo-Colo amado”, sostiene emocionado
Héctor.
Sobre la inclusión y mejoramiento de las dinámicas de trabajo en
la ruta alba de la zona norte, Jaqueline sostiene que “ha sido una gran
experiencia, donde nuestra puesta en escena también ha ido mejorando: antes por
ejemplo, llegábamos al Hospital Félix Bulnes a armar los panes, ahora tenemos
todo envasado y ganamos mucho tiempo que usamos en otras cosas”.
“El mensaje es que los socios e hinchas nos sigan apoyando:
tenemos una cuenta de Twitter donde pedimos ayuda para el voluntariado, porque
la ruta genera un costo, entonces cualquier ayuda es maravilloso. Cuando se
comenzó con esto era una vez cada 5 días, ahora vamos 3 veces a la semana,
entonces a veces cuesta sacar adelante la actividad con recursos limitados”,
concluyó el matrimonio Rojas-Rossel.
Desarrollo
Social
Carlos Lapierre comenzó a participar en el voluntariado del CSD
Colo-Colo con la Navidad Alba del último año. Luego se sumó a la ruta alba de
la Zona norte, y desde entonces acude a las distintas actividades que el área
de Desarrollo Social lo necesite, tales como las jornadas de exámenes médicos
para las filiales del Club en el Estadio Monumental, y las visitas al Hogar de
Residencia Los Ceibos.
Debido a las distancias, y principalmente por el tiempo que le
tomaba volver de la ruta de la zona norte a su casa, reconoce que “pensamos en
traspasar la ruta al sector sur de Santiago, recorrido que comenzamos a
implementar hace dos meses, con un trayecto que se hace los días miércoles en
nombre del Club”.
Lapierre reconoce ir con su hija, en una labor donde lo más
importante es seguir sumando gente para “sacar el estigma que tiene la gente
del colocolino, muchas veces creen que uno está vinculado solo con la barra, y
no se dan cuenta de todo el trabajo que hay detrás”, aseguró.
Voluntarios
de la Zona Sur
Pablo Córdoba vivió en el Tabo durante el último tiempo, situación
que lo tuvo alejado de las actividades del Club. Sin embargo, cuando en marzo
se vino a la capital, y se asentó en la comuna de Puente Alto, y comenzó a
trabajar sin descanso para replicar las rutas albas en la zona sur de Santiago,
recorrido que abarca el eje Puente Alto-San Joaquín.
Desde su experiencia, destaca la importancia de realizar esta
actividad en esos sectores de la capital. “En la zona sur de Santiago la gente
de calle no recibe ayuda, en el norte entiendo que sí, está el Hogar de Cristo
y otras organizaciones, entonces saben que nosotros somos los únicos que
llegamos, lo que genera un respeto y un vínculo a la larga”.
“Mi única motivación es Colo-Colo. Todo lo que gira en torno al
club es parte de mi vida, por lo mismo creo que tiene que haber más participación,
ya que se pueden hacer muchas actividades en nombre del club. Hacerse socio y
estar atento a las necesidades de la institución es vital para el desarrollo
social del pueblo colocolino”, concluyó Córdoba.
Manuel Tiznado es oriundo de Punta Arenas, y desde su experiencia
relata las grandes diferencias que tiene el realizar trabajos voluntarios en
Magallanes y Santiago.
“Básicamente, radica en el factor clima, ya que las heladas
presentes en gran parte del año, hacen que muy poca gente se quede en situación
extrema de calle, yendo la mayoría a parar en albergues”, comentó.
Hace 3 meses que participa de voluntario en el Club Social, y
sostiene que el voluntariado pasa por un tema de amor por el club, siendo el
principal tema acercar a la gente al CSD. “Estoy feliz de trabajar por el área
social, porque uno logra identificarse con los valores colocolinos, porque
todos saben lo que es Colo-Colo, y a donde vayamos la gente se dará cuenta que
estamos haciendo algo por la sociedad”, dijo.
Tiznado no oculta su orgullo por formar parte activa de la
institución civil más grande del país, pero fija un desafío para todo aquel que
vibre con los colores blanco y negro. “Lo
más importante es que, la mayoría de los colocolinos sean socios y socias del
club, porque desde allí se comienza a interactuar con las actividades que nos
hacen ser un Club Social y Deportivo distinto a los demás. Muchas veces por lo
mediático o las barras, las actividades sociales no son cubiertas como
corresponde, por eso el llamado transversal es a colaborar”.
El
Valor de la experiencia
“Personalmente lo viví, estuve en situación de calle y me pega
mucho el cuento. En base a lo que uno conoce entiende a la gente
independientemente de su equipo, porque estando en la calle uno conoce a gente
de todos los estatus, con diferentes vivencias, por lo mismo es motivante estar
entregando cariño y amor”, sostuvo Gonzalo Chacón, voluntario activo del CSD
Colo-Colo.
Como lo menciona Chacón, es su misma experiencia la que lo lleva a
ver su trabajo con otros ojos. Vive en Maipú y se traslada casi todo el día en
bicicleta cubriendo largas distancias, es allí donde se ha dado cuenta que “la
situación de la gente de calle ha sido invisibilidad de la sociedad, veo como
es la situación en distintas partes de Santiago, por eso, me motiva hacer la
diferencia en una sociedad cada vez más individualista”.
Con temple ganador, y una mirada optimista, Gonzalo Chacón le deja
un mensaje a todos los socios y socias del club: “Mi mensaje a los socios e
hinchas del club es que nos conozcamos, que no ignoremos el día a día, ya que
muchas veces estamos siguiendo la rutina a locas. Nos falta ser más agradecidos
de lo que es la vida, por lo mismo, siento que una forma de agradecerlo es que
colaboremos para que el club sea más grande”.
Para finalizar, José Serey, Vicepresidente de Desarrollo Social
del Club, agradece el apoyo de los voluntarios, y menciona las medidas que
desde la vicepresidencia que lidera se han tomado para mejorar el trabajo.
“Agradecemos el apoyo de las decenas de socios y socias que apoyan
el voluntariado del club, porque si bien esta labor conlleva un costo muchas
veces económico y familiar, nos llena de orgullo saber que hay personas
dispuestas a poner de su parte para dejar bien puesto el nombre de Colo-Colo.
Se está generando un grupo bonito que está permitiendo desarrollar en pleno
nuestro calendario”, dijo “Canon”, quien agregó que “nuestra preocupación como
Área de Desarrollo Social es ir capacitando y profesionalizando a los
voluntarios, para dejar un legado independiente a las directivas que vengan”.