Cristian Arredondo, jugador del CSD Colo-Colo, está a punto de escribir un nuevo capítulo en su carrera deportiva al embarcarse en una aventura internacional. Junto a los chilenos Fabián Vásquez y Alan Mora, Arredondo será uno de los primeros futbolistas de nuestro país en disputar la UEFA Champions League de Futsal. El destino es Luxemburgo, donde formará parte del equipo Differdange 03, que competirá en el Grupo 8 del torneo contra clubes de Lituania, Italia y Austria. Este es un hito histórico tanto para él como para el futsal chileno.
El partido de ayer contra Fernández Vial marcó la despedida del goleador colocolino, quien viajará el 3 de octubre a Europa junto a sus compañeros. Allí, se reunirá con su nuevo equipo y comenzará la preparación para la competición, que se llevará a cabo del 22 al 27 de octubre.
Cristian nos cuenta cómo se prepara para este desafío y lo que significa para su carrera y su vida personal.
¿Qué significa para ti dar el salto a Europa y disputar la Champions League de futsal?
– La verdad es que estoy ansioso y emocionado. Nunca pensé que seríamos los primeros en disputar este campeonato, es un orgullo. Uno a veces cree que las cosas salen de la nada, pero la realidad es que todo esto es fruto de años de trabajo y esfuerzo. Desde los 12 años estoy jugando, entrenando, primero en el fútbol y luego en el futsal. Llegar a la selección fue un gran paso, y todo esto ha sido gracias a la constancia y la dedicación. No es solo talento, ni suerte, es esfuerzo diario, y por eso me siento muy orgulloso.
¿ De qué manera te has podido preparar para afrontar este país? Con el idioma por ejemplo
Es complicado, la verdad. Hablo un poco de inglés, y creo que será el idioma con el que más me voy a comunicar. Pero por suerte algunos de los entrenadores hablan español, así que eso me ayudará. Voy con la mentalidad de aprender y adaptarme lo mejor posible. Al final, el fútbol es universal, y no creo que tengamos mayores problemas para entendernos.
¿Cómo ha influido tu paso por Colo-Colo y la selección chilena en tu crecimiento como jugador?
Siempre he dicho que, tanto en la selección como en Colo-Colo y en general en los equipos de Chile, estábamos en pañales. Eso se notaba en los resultados que habíamos tenido con la selección. Sin embargo, con la llegada de Ignacio Cabral empezamos a entender más, a aprender cosas que antes no manejábamos. Con él, comprendimos que el profesionalismo y la dedicación son fundamentales, y que también era necesario ser más exigentes en temas como el apoyo de la ANFP. Entrenamos todos los días, con procesos de preparación de dos o tres meses previos, y ahí te das cuenta de que el trabajo duro y la disciplina siempre van a prevalecer. Por eso hemos logrado los resultados que tenemos hoy.
También quiero agradecer a Ricardo Chávez y José Pino, quienes me dieron la oportunidad de comenzar en segunda división con Recoleta. Ellos me enseñaron este hermoso deporte y me ayudaron a crecer. La experiencia de Ignacio Cabral y su enfoque profesional cambiaron por completo nuestra mentalidad. No cualquiera entra a la selección, y no cualquiera se mantiene. Antes, la selección no tenía la importancia que tiene ahora, pero eso cambió. Hoy se eligen los jugadores que el técnico quiere, y los resultados nos han acompañado.
Después de la Copa América los buenos resultados empezaron a llegar. En la Liga de Evolución no perdimos ni un partido, aunque quedamos segundos por un pequeño detalle. Y lo demostramos frente a Rusia, que es el número siete del mundo. Esto debería ser un impulso para tener más amistosos y poder enfrentarnos a potencias mundiales del futsal, y así seguir demostrando lo que podemos hacer.
¿Cómo visualizas tu carrera a partir de este paso a Europa?
Mi prioridad ahora es enfocarme en la Champions. Si todo sale bien, me gustaría quedarme uno o dos años más en Europa, aprovechando al máximo esta oportunidad. Ya tengo 34 años, así que cada experiencia cuenta mucho. Lo importante es seguir creciendo y entrenar con la misma intensidad, ojalá se dé algo importante y pueda quedarme por más tiempo si Dios quiere.
¿Qué crees que será lo más desafiante de jugar en un nuevo continente y en un torneo tan prestigioso como la Champions League?
Va a ser un desafío complejo, pero lo que me da tranquilidad es el nivel que hemos mostrado con la selección. Hemos enfrentado a equipos de alto calibre, como Venezuela, Colombia, Rusia y Argentina, con quienes jugamos dos amistosos donde nos fue muy bien. Estos detalles son los que te van dando confianza, porque al enfrentarte a potencias mundiales, empiezas a creer en lo que puedes lograr. Imagino que la competencia en la Champions será similar en cuanto al nivel de exigencia, y eso me deja bastante seguro de lo que sé hacer. Estoy confiado en seguir aprendiendo y creciendo. Espero que podamos integrarnos bien con el equipo y llegar en buena forma para hacer una gran presentación en la Champions.
¿Qué consejo le darías a los jóvenes que sueñan con seguir tus pasos y llegar a competir en torneos internacionales?
Lo más importante es la constancia y el sacrificio. Muchos jóvenes se cansan después de un año de esfuerzo y se preguntan por qué no lo lograron. Es un proceso largo, que requiere disciplina y humildad para aprender. En mi experiencia, el mayor crecimiento ha sido en la selección, donde aprendí de los mejores. Si realmente quieren alcanzar sus metas, deben mantenerse comprometidos y ser profesionales en todo momento. Nunca es tarde para aprender.