El doble encierro de la población Cinco Pinos de San
Bernardo: Covid-19 y separados de la comuna por la línea del tren
La organización comunitaria ha sido fundamental para que
vecinas y vecinos de la población puedan vivir un poco más tranquilos pese al
constante abandono por parte de autoridades.
La olla común de la junta de vecinos de la población Cinco
Pinos alimenta a cerca de 250 personas diariamente desde hace tres meses. De
lunes a sábado las colaboradoras y colaboradores se reúnen desde las 9:00 de la
mañana para entregar “un plato de comida digno”, así lo sostiene Gladys Cerón
Cortés, la mujer que lidera la cocina y distribuye los roles en sus compañeras
y compañeros.
Todas las personas que colaboran en la olla común tienen una
tarea asignada. Mientras el panadero del barrio, Lindor Villalobos ayuda en el
traslado de cosas pesadas y desinfecta la sede social con alcohol y agua,
Miryam Arias Sanzana se dedica a picar las verduras que acompañan el arroz, las
legumbres o la carne. Antonio Zúñiga Hermosilla, en tanto, en su rol de
presidente de la Junta de Vecinos, se pone a disposición de las mujeres y
organiza la entrega de alimentos entre sus vecinas y vecinos.
Zúñiga cuenta que atienden a cerca de 40 personas en
situación de calle que viven al lado de la línea del tren por Avenida Portales
y en el interior de la población. Asimismo, reconoce el abandono permanente de
autoridades en la población y denuncia que pese a haber 530 viviendas, no hay
un área verde para la recreación y esparcimiento de sus vecinas y vecinos, y
tampoco un espacio donde poder practicar deporte. Además, cuenta que con la
construcción del ‘Tren Central’ ha aumentado el costo de la vida.
“Hace unos años volver del supermercado en taxi nos costaba
$1.500 pesos, ahora el precio varía entre los $3.500 y $4.000 pesos porque el
paso nivel que construyeron lo hicieron muy alejado de nuestra comunidad,
entonces es otro problema que tenemos que soportar, sobre todo nuestros adultos
mayores”, comentó a Pasión del Pueblo.
Como si fuera poco tener que lidiar con los ruidos del tren
de carga y el aislamiento con el resto de la comuna, la población colinda con
empresas industriales y los caminos para llegar a ellas son de tierra. Los
camiones que entran y salen de las fábricas levantan un tierral que daña las
vías respiratorias de niñas y niños, especialmente de los que asisten al
colegio 5 Pinos ubicado en el límite de la población con las empresas.
A pesar de los inconvenientes de los habitantes de la ‘Cinco
Pinos’, desde la Junta de vecinos se muestran esperanzados en que en algún
momento retomarán el curso de sus vidas y con las actividades que anualmente
desarrollan. “Tenemos una radio comunitaria, hacemos una fiesta costumbrista
todos los años donde hemos traído a artistas como Illapu. Esos espacios son
súper importantes para encontrarnos como comunidad”, destacó Zúñiga.
A nombre de las vecinas y vecinos del barrio, el ‘Toño’ como
le dicen a Antonio Zúñiga en la población, agradeció la alianza social entre el
CSD Colo-Colo y Radio Cooperativa y espera que esto incentive la organización
comunitaria en Cinco Pinos y otras poblaciones del país.
Puedes donar en la campaña solidaria en www.csdcolocolo.cl